Siempre se ha usado en Alto de Castro el método tradicional para elaborar nuestros vinos, usando depósitos de piedra u hormigón con paredes muy gruesas que facilitan poder conservar bien la temperatura de nuestros caldos en las distintas fermentaciones.
Así nos lo han enseñado nuestros padres, así les enseñaron sus padres a ellos. Entendemos que el vino se ha de hacer fundamentalmente en la viña y la bodega es el lugar donde reposa un trabajo bien hecho, donde una vez concluida la segunda fermentación en el vino se ha de intervenir lo menos posible
Por todo ello, los trabajos en la viña se hacen enteramente a mano con una vendimia seleccionada, y donde se deja en la viña los racimos que no son óptimos.
Hacemos la menor intervención posible en nuestro vino, que entendemos es la expresión de una fruta extraordinaria que nace en un entorno excepcional, gracias a la cual los vinos se pueden ir redondeando con el tiempo ganando en calidad con el paso del tiempo, una vez que el vino ha sido embotellado y espera pacientemente hasta su descorche y posterior consumo. Todos nuestros vinos tienen un claro ADN de guarda.
Nuestro método de elaboración es el tradicional, donde todos los trabajos se hacen enteramente a mano con una vendimia seleccionada, y donde se deja en viña los racimos que no son óptimos. Buscamos la mejor fruta. Conservamos y seguimos elaborando con nuestros depósitos de hormigón como se ha hecho tradicionalmente siempre. Hacemos la menor intervención posible en nuestro vino, que entendemos nace con una calidad extraordinaria que va a ir mejorando en botella con el paso del tiempo, como así podemos comprobar en las añadas anteriores.
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