En alto de Castro sabemos que es lo que diferencia un buen vino, nos gusta que los sabores vayan más allá del gusto y se trasladen a la memoria. El buen vino es aquel que no solo se disfruta momentáneamente con cada sorbo, sino que nos traslada a otro lugar que añoramos a otra etapa de nuestra vida. Nos produce nostalgia, felicidad tristeza, rabia… Pero sobre todo nos hace sentir.